¿Debo estar soltero(a) o casado(a) para ir al campo? ¿Cuál sería el ideal? ¿Por qué?
En nuestra cultura este es un tema que genera mucha controversia porque habitualmente se piensa que el obrero tiene que estar casado y sobre todo que las mujeres solteras no pueden ir al campo. Este pensamiento dista mucho de la realidad, porque de hecho, hay muchos solteros hombres y mujeres, pero sobre todo mujeres que salen al campo misionero y son muy efectivos. Pero lo que sí es cierto es que en efecto, ser soltero(a) o casado(a) hace la diferencia en el trabajo en el campo y en el cálculo de los costos que se deben asumir.
Para comenzar es necesario hablar de hechos reales como que por cada hombre soltero hay siete mujeres solteras en el campo.
Lo cual quiere decir que si un hombre soltero desea casarse, es muy probable que pueda ir al campo como soltero y encontrar una pareja. Pero, si es a la inversa que es una mujer soltera que va al campo y desea casarse, lo más probable es que sea muy difícil para ella encontrar a alguien en el campo, un obrero que esté soltero con el que se pueda casar.
En el campo estar casado o soltero tiene sus ventajas y desventajas. Una ventaja de ir como soltero hombre o mujer es que se tiene mayor libertad y es posible enfocarse más en la tarea misional. La persona soltera podrá hacer muchas cosas como profundizar en el idioma, cultura, salir, moverse de un lugar a otro o quedarse en casa de alguien, mientras que un casado tiene una pareja o hijos que están esperándote en casa, además de los deberes y responsabilidades que tiene que atender al tener una familia. Así mismo, como casado también en cada decisión ministerial que se toma o contexto de seguridad tiene que pensar en alguien más adicional creando un ecosistema distinto o haciendo las cosas más difíciles a veces.
Por otra parte, cuando no cuentas con alguien más que está caminando rumbo del proceso contigo, puedes desanimarte principalmente al enfrentar nuevos desafíos, la soledad o tareas como el levantamiento de fondos. Estos y otros aspectos pueden ser complejos porque sientes que necesitas de alguien que te apoye y acompañe, además porque caminar a solas es más difícil que caminar con alguien más.
En resumen soltero o casado ninguno es mejor que el otro, pero son distintos y ambos son necesarios en el campo. Con la flexibilidad, la oportunidad de ir a más lugares y dedicar más tiempo a profundizar en la cultura de un soltero se contribuye a la extensión del reino, pero, con el ejemplo de una familia cristiana también se logra. El estado civil no es tan relevante para ir al campo, todo depende del propósito que Dios tiene para Su obra.