Dios quiere tu obediencia, no tu título
Dios está mucho más interesado en tu corazón que en tus habilidades. A veces nos preguntamos: ¿Cómo podría usarme Dios? Nos olvidamos que dependemos de Dios y no de nosotros mismos. El Señor dice que si nos fiamos en él con todo nuestro corazón, él enderezará nuestros caminos. Proverbios 3:5-6.
Marisa recordó esto cuando estaba en su segundo año de entrenamiento misionero. Un día un amigo le mencionó que había una organización que se llamaba Reflejo, y querían saber más acerca de su llamado. Marisa se emocionó por contarles sobre su testimonio y adonde Dios la había llamado, pero ese mismo año el centro misionero cerró y ella se quedó sin donde ir. Marisa no sabía qué hacer y le preguntó a Dios cuáles eran sus planes para ella ahora. ¿Cómo se podía unir a una organización misionera sin ninguna certificación?
En ese momento, ella recibió una llamada de Reflejo, y sin saber que pasaría les contó la verdad. La escuela había cerrado y ellos no querían darle ningún certificado por los dos años que había estado allí. En medio de su frustración y tristeza, ella escuchó la voz de Dios diciendo: “No es importante la cantidad de certificados que tengas, me importa el deseo y la pasión que hay en tu corazón. Recuerda que mis planes no son tus planes”.
Reflejo le dijo que no sabría que pasaría con su certificado, pero ellos veían que Dios seguía trabajando en su vida y querían volver a contactarse con ella. Entonces Marisa siguió avanzando y aprendiendo sobre las misiones.
Ese mismo año, su iglesia creía que no estaba lista para irse al campo misionero, entonces la enviaron a servir a un pueblo local sin electricidad ni agua. Ella estuvo allí un par de meses y esperaba ansiosa por recibir otra llamada de Reflejo. Cuando llegó el día, les contó cómo Dios trabajó en su vida y la trajo hasta allí. Mientras oraba por discernimiento decía “Si ellos no me aceptan, Señor, yo lo voy a entender, pero estoy dispuesta a ir a cualquier lugar donde tú me envíes.”
Después de unos minutos, Marisa escuchó al equipo darle la bienvenida y decir “¡Felicitaciones! ¡Has sido aceptada!” El gozo fue demasiado para ella y sus ojos se llenaron de lágrimas porque no lo podía creer. Esto fue en 2020. En 2023, después de 3 años gratificantes, pero con algunos desafíos, Marisa ha aprendido el Inglés, recibido entrenamiento y está trabajando actualmente con Tayikos en un grupo que está creciendo de Reflejo.
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