Nuestro Nombre

El nombre Reflejo simboliza y significa para nosotros un recordatorio de nuestros propios principios y el llamado que tenemos, visto desde dos niveles:

Las Naciones nos REFLEJAN. Cuando entramos a un contexto que aún no ha sido transformado por el Evangelio, podemos ver un "reflejo" de nuestro propio pasado antes de conocer a Cristo, y recordamos la perseverancia, profundidad e implacable muestra del amor de Dios en nuestras vidas. Somos a la vez testimonio personal de los frutos de su poder transformador que ha permanecido encarnado en nuestros contextos. Vivimos en los lugares "más oscuros" del mundo, sabiendo que el mismo Dios Todopoderoso que nos redimió, va a redimir a este pueblo. Aferrándonos a esta realidad, podemos permanecer enfocados en nuestro Padre. Él define nuestra dirección y estrategia y no vacilamos por las circunstancias que nos rodean.

Nuestro llamado es a REFLEJAR a Cristo y cumplir su misión. Cristo vino a la tierra a vivir entre nosotros porque consideraba que hacer la voluntad del Padre era una causa que merecía su vida entera. Reflejamos a Cristo cuando, escuchamos al Padre, entendemos sus propósitos y al igual que Cristo, lo seguimos con desenfreno.