La historia de Cindy
Cindy salió al campo misionero en 1979. En ese tiempo su agencia no tenía un área de cuidado integral ni un mentor que la pudiera ayudar o guiar. No existían muchos medios de comunicación y hasta tener una llamada por mes con su familia era un lujo. Después de 23 años de servir en el campo, regresó para terminar sus estudios de maestría en psicología. Pocos años después se jubiló para cuidar a su esposo y cuando él falleció, ella le pidió a Dios que le abriera una puerta para volver a servir en las misiones desde el área de la consejería.
En 2022 Cindy fue invitada a participar en un retiro misionero de RAP (Reflejo) donde estaban buscando un facilitador. Cindy se entusiasmó y tomó la oportunidad de ir y conocer a todas las personas que formaban parte del equipo de liderazgo en RAP. En ese retiro sintió que había encontrado a una familia con un mismo sentir en las misiones y se alegró. Poco tiempo después le invitaron a formar parte de Reflejo para crear el departamento de cuidado integral. En ese momento entendió que Dios le abrió esa puerta.
Cuando Cindy sirvió en el campo fue con el propósito de ganar almas para Cristo, pero al final se dio cuenta de que a través de todo ese tiempo el Señor había estado buscando primeramente su corazón. “Es importante servir al Señor porque Él te usará, pero Su enfoque principal siempre será el de buscar tu corazón para que sigas creciendo en Él”. Por eso, Cindy entiende que la prioridad en el área de cuidado integral es cuidar el corazón del obrero antes, durante y después de su tiempo en el campo.
El enfoque de Cindy no son los frutos de la obra, sino los frutos de Espíritu en la vida del obrero y que vivan una vida plena al serles una amiga y un mentor que sobre todo entiende tanto las promesas y propósitos de Dios como las dificultades que se viven en el campo. Hoy en día existe otro tipo de comunicación y Cindy puede brindarles lo que ella no tuvo en su momento. Aunque los obreros estén del otro lado del mundo ella quiere que sepan que siempre están presentes en su mente, su corazón y sus oraciones y que ella puede darles las herramientas y el apoyo necesario, tanto espiritual como profesionalmente, al caminar junto con ellos el día a día y animarlos en la obra que están haciendo.